Como manejar los berrinches en los niños pequeños


Como manejar los berrinches en los niños pequeños

Como padres, puede resultar difícil controlar los arrebatos y las emociones que acompañan a la crianza de los niños pequeños. 

Las rabietas son a menudo una parte normal del desarrollo, ya que los niños pequeños están aprendiendo a expresar sus emociones, pero hay algunas estrategias que los padres pueden poner en práctica para ayudar a controlar estos episodios. 

Saber cómo manejar las rabietas de los niños pequeños puede ayudar a los padres a guiar eficazmente a sus hijos para que aprendan a expresarse de forma positiva. 

También puede ayudar a calmar la situación y reducir la posibilidad de rabietas en el futuro. 

En esta entrada del blog, exploraremos algunos consejos y técnicas para ayudar a los padres a controlar las rabietas de los niños pequeños. 


Como manejar los berrinches en los niños pequeños


Discutiremos algunos métodos para ayudar a manejar la situación, así como algunas sugerencias para evitar que las rabietas ocurran en primer lugar.


1. Mantener la calma


Por difícil que pueda resultar, el primer paso para afrontar una rabieta de un niño pequeño es mantener la calma. 

Puede ser fácil frustrarse y enfadarse, pero es importante recordar que las rabietas suelen ser una señal de que tu hijo está abrumado o molesto por algo.

No saben expresarlo de otra manera. Intenta mantener la calma y la paciencia, y utiliza una voz suave, pero firme para hablar con tu hijo. 

Si puedes, respira hondo unas cuantas veces antes de responder, ya que esto puede ayudarte a mantener la calma.


2. Establezca límites claros


Los niños pequeños son conocidos por sus rabietas, pero los padres no tienen por qué aguantarlas. 

Una de las reglas más importantes cuando se trata de una rabieta de un niño pequeño es establecer límites claros. 

Dejar que un niño haga lo que quiera sin ningún tipo de limitación solo provocará confusión y frustración. 

Explícale qué comportamientos son aceptables y cuáles no. Sé coherente a la hora de imponer límites y asegúrate de recompensar el buen comportamiento. 

Explícale por qué ciertos comportamientos no están permitidos. De este modo, tu hijo entenderá qué puede esperar cuando se comporta adecuadamente.


3. Escuchar y reconocer los sentimientos


Cuando un niño pequeño tiene una rabieta, es importante recordar que es su forma de expresar emociones que aún no sabe articular. 

La mejor forma de ayudar a tu hijo a afrontar sus emociones es escucharle y reconocer sus sentimientos. 

Hacerle saber que le comprendes y que sientes empatía por lo que está pasando puede ayudarle a sentirse validado y comprendido. 

Esto también les ayudará a aprender a controlar y gestionar sus emociones de forma más eficaz. 

Por ejemplo, puedes decir algo como "Sé que ahora te sientes frustrado. Está bien estar enfadado, pero pegar no es la forma correcta de expresarlo".


4. Proporcione una distracción


Cuando se trata de hacer frente a las rabietas, una distracción puede ser una buena forma de ayudar a tu hijo a calmarse. Intenta pensar en algo que capte su atención y le aleje de la situación que le está alterando. 

Puede ser un juguete, un juego, un libro o simplemente cantar una canción juntos. Si tiene edad suficiente, una conversación sobre su tema favorito también puede ser una buena forma de distraerle. 

Las distracciones pueden ayudar a desviar la atención del problema y permitir que tu hijo respire hondo y se relaje.


5.  Evitar ceder a las demandas


Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta cuando se trata de manejar las rabietas de los niños pequeños es evitar ceder a sus demandas. 

Aunque puede resultar difícil resistirse al impulso de ceder a las demandas del niño y hacer que deje de llorar, en realidad esto provocará más rabietas en el futuro. 

Al ceder, se refuerza el comportamiento del niño y aprende que puede utilizar las rabietas para conseguir lo que quiere. En lugar de eso, explícale con calma por qué no puede satisfacer su demanda y sugiérele una alternativa.

Manejar las rabietas de los niños pequeños puede ser una tarea desalentadora, pero no tiene por qué serlo. 

Con las estrategias adecuadas, como mantener una rutina constante, mantener la calma, establecer límites claros y proporcionar refuerzos positivos, puedes controlar las rabietas con éxito. 

Recuerda que debes ser paciente y cariñoso cuando trates las rabietas de tu hijo, y con el tiempo aprenderá a regular sus emocione

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